Caravaggio se nos aparece como un pintor magistral en las últimas obras que realizó, como esta Adoración para la iglesia de Santa María de los Ángeles, en Messina. Se la encargó el senado de la ciudad, y el artista realizó un excelente despliegue de su técnica. En el lienzo es la luz la que revela los personajes, que son modelados contra el fondo oscuro. El modo de tratar el tema es extremadamente sencillo: no hay ninguna indicación de sacralidad o presencia divina. María está sentada directamente en el suelo, para indicarnos la humildad de su condición. Un finísimo halo dorado corona su cabeza. El Niño, gordito y encantador, juguetea con el rostro de la madre. Los pastores, gente vulgar y pobremente vestida, asisten sorprendidos ante el hallazgo de la joven madre en un lugar tan pobre. En primer plano, una severa naturaleza muerta muestra un cesto con los elementos indispensables para el viaje: algunas viandas, algo de ropa y las herramientas de carpintería que presumiblemente pertenecen a San José.
Cita de Benedicto XVI:
Queridos amigos universitarios, corramos con alegría hacia Belén, acojamos en nuestros brazos al Niño que María y José nos presentarán. Volvamos a partir de Él y con Él, afrontando todas las dificultades. A cada uno de vosotros el Señor os pide que colaboréis en la construcción de la ciudad del hombre, conjugando de un modo serio y apasionado la fe y la cultura
Vísperas de Benedicto XVI con los universitarios de Roma viernes 16 de diciembre de 2011
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